Cómo elegir una tarjeta gráfica (GPU) para edición de video

Cómo elegir una tarjeta gráfica (GPU) para edición de video

¿Cómo elegir una tarjeta gráfica (GPU) para edición de video? Aunque por norma general no es especialmente habitual que diseñemos un ordenador específicamente para la edición de vídeo, es igual de cierto que esta es una de las áreas profesionales más singulares en lo que respecta al mundo de los ordenadores.

En general, no suele ser necesario optar por una serie de especificaciones concretas, ya que la mayoría de ordenadores de gama media-alta pueden responder a sus exigencias. Pese a todo, es normal que nos preguntemos cuál sería la mejor tarjeta gráfica para nosotros si orientamos nuestras decisiones, precisamente, a la edición de vídeo.

Es una cuestión perfectamente válida que, pese a todo, sí que tiene una respuesta concreta o un análisis tras de sí. Aunque una buena tarjeta gráfica de última generación casi siempre será válida, hay opciones más o menos adecuadas para desempeñar este tipo de tareas.

No por nada, hay componentes más importantes que otros cuando nos enfocamos, precisamente, en esa misma edición de vídeo. Sin duda, la tarjeta gráfica (o GPU) es una de las más importantes. De hecho, si esta no dispone de la potencia suficiente es posible que no podamos ejercer nuestra función de manera adecuada.

Es por esto mismo que hoy, en GuíaHardware, nos estamos planteando esa misma pregunta: ¿Cómo elegir una tarjeta gráfica (GPU) para edición de video?

Eligiendo una tarjeta gráfica (GPU) para edición de vídeo: primeros pasos

Antes de comenzar es importante que tengamos en cuenta lo siguiente: el mundo de los ordenadores está en constante cambio. Esto quiere decir que nosotros os daremos una serie de indicaciones generales. Posteriormente, haremos algunas concreciones, ya que veremos algunos modelos interesantes, pero esto puede cambiar en función de la oferta y demanda, por ejemplo. Es importante que se tenga eso en cuenta. Dicho esto, continuamos.

La primera pregunta que nos vamos a formular es si los ordenadores portátiles y/o las tarjetas gráficas integradas de Intel y AMD nos sirven para editar vídeos. La respuesta es sí y no. Obviamente, con la mayoría de estas tarjetas gráficas o GPU podremos realizar nuestro trabajo, pero obviamente el rendimiento no será el mismo.

Con las gráficas integradas, por ejemplo, será complicado editar un vídeo a nivel profesional, ya que la gama de colores disponibles será inferior y la resolución nunca será superior al 4K. Esto provocaría que el acabado sea peor, que el rendimiento sea inferior (iremos más lento) y que, en resumidas cuentas, nos cueste más trabajar.

Entonces, ¿no necesitamos una GPU dedicada?

Esto no quita que tengan su funcionalidad y que cumplan con los estándares mínimos. Por eso hemos dicho “sí y no”, ya que ambas respuestas son correctas a su manera. Pese a todo, no os recomendamos que busquéis este tipo de gráficas integradas para reducir el precio si buscáis potencia, puesto que esto es lo mínimo.

El resumen, por consiguiente, es que la teoría nos dice que no vamos a necesitar una GPU dedicada y que con una más bien discreta podremos trabajar en ediciones simples, pero siempre cortando muchísimo esa potencia. El trabajo no será especialmente eficiente, pero nos brindará las opciones mínimas que pueda requerir alguien que no busque un desempeño muy alto.

Ahora bien, toda esta teoría se desmonta si queremos realizar una edición de vídeo más potente, queremos cualquier tipo de VFX, disponer de una paleta de colores y una gradación adecuada, poder renderizar nuestros vídeos a una velocidad más alta para no ‘quedarnos sin PC’ durante varias horas’, incluir animaciones de calidad, etc.

Por tanto, ante la pregunta de si no necesitamos una GPU dedicada vamos a responder que no, ya que entendemos que cualquier persona que se esté preguntando si necesita una tarjeta gráfica (FPU) para edición de vídeo de un tipo u otra requiere algo más. ¿Respuesta final? Las tarjetas gráficas integradas no serán suficientes y tendremos que escoger nosotros una y/o buscar un modelo que incluya lo mínimo que estamos buscando.

NVIDIA o AMD como tarjeta gráfica para edición de vídeo

Llegados a este punto nos toca empezar a elegir. La primera pregunta que se nos plantea, obviamente, es la marca. Es la primera marca de criba por la que tenemos que pasar a la hora de elegir una tarjeta gráfica (GPU) para edición de vídeo. En este caso nos planteamos buscar una NVIDIA o una AMD. ¿Cuál es mejor? No hay una respuesta exacta, ya que depende del modelo, pero nosotros siempre os vamos a recomendar una NVIDIA.

Por norma general, NVIDIA dispone de un mejor soporte software para sus tarjetas gráficas y disponen de un mejor rendimiento a la hora de editar vídeos. Así pues, basados en los análisis generalizados y en nuestras experiencias previas, os recomendamos que en esta primera criba os decantéis mayormente por NVIDIA. AMD no tiene por qué ser una mala opción, pero en líneas generales nos ha dejado algo más ‘descontentos’ sin traicionar nuestras expectativas.

Dicho esto, aunque aquí tocará revisar cuáles son las mejores tarjetas gráficas para edición de vídeo (e, inclusive, para diseño gráfico). Aquí nos podríamos pasar la vida, porque hay muchos modelos, así que os vamos a ofrecer una guía rápida: la serie GeForce 30 ofrece grandísimos resultados, pero con la mayoría de GeForce 20 también podremos realizar casi cualquier tipo de trabajo.

Aquí, obviamente, depende de nuestro presupuesto, pero cuanto mejor sea la tarjeta gráfica (GPU) que busquemos para nuestra edición de vídeo, mejores serán los resultados. Estos resultados no pasan únicamente por la gradación, sino que también hablamos de la velocidad de renderizado, por ejemplo.

Todo sea dicho, la gráfica no es el único componente que interviene, pero es de los más importantes. O lo que es lo mismo, de nada nos sirve tener una GeForce 3080 si tenemos 6 GB de RAM y un procesador de baja calidad que nos hagan cuello de botella.

Eligiendo una tarjeta gráfica (GPU) para edición de vídeo: que más debemos tener en cuenta

Habiendo determinado que NVDIA es nuestra mejor opción en casi todos los casos y que una serie GeForce 20 (generalizando) seguramente sea más que suficiente para casi cualquier trabajo, nos toca dar las pinceladas finales para poder elegir de manera adecuada. Lo primero y más importante es prestar atención a las compatibilidades y asegurarse de que, en efecto, los componentes no se hagan cuello botella entre ellos.

En general, casi todos los productos indican sus compatibilidades, aunque las NVDIA suelen dar mayores facilidades en ese sentido. Sabiendo esto, podemos centrarnos de nuevo en la elección de la tarjeta gráfica. ¿Qué debemos tener en cuenta cuándo ya sabemos el modelo más o menos?

Pues llegados a este punto nos toca valorar la VRAM, siendo este uno de los focos a los que más atención debemos prestarle. Por norma general, con 6 GB de VRAM vamos a tener más que suficiente, pero si subimos, pues casi que mejor. Depende del presupuesto, por supuesto, pero es uno de los factores más importantes en la GPU a la hora de editar vídeo. Si nos preguntáis a nosotros, el mínimo que siempre os vamos a recomendar es de 8 GB de VRAM.

Otro aspecto muy importante es no buscar una composición que se quede muy justa, puesto que la evolución del software es una realidad evidente. Lo que ahora nos sirve puede dejar de hacerlo el día de mañana, así que es mejor dejarnos margen a la hora de construir nuestra computadora. Que no editemos en 4K nunca no significa que no lo hagamos jamás, y viceversa.

Preguntas frecuentes y resumen sobre una tarjeta gráfica para edición de vídeo

Y ahora que hemos repasado los aspectos más importantes, vamos con nuestras recomendaciones finales. No obstante, antes vamos a realizar un resumen rápido de todo lo que hemos visto con anterioridad. Vamos allá:

¿Necesito una tarjeta gráfica (GPU) para edición de vídeo que no sea integrada? Sí. Aunque con una gráfica integrada se puede trabajar, solo será a nivel usuario. Es mucho más lento, no dispondremos de muchas gradaciones, la velocidad de renderizado será lenta, el 4K será un sueño… Se quedan muy cortas.

¿Qué marca es mejor? NVDIA suele ser nuestra opción preferida. Hemos establecido la GeForce 20 como el mínimo, pero siempre es mejor subir hasta la serie 30. Siendo realistas, si solo queremos la gráfica para editar vídeo, la serie Quadro es más adecuada, puesto que suelen disponer de más VRAM, pero son más específicas.

¿AMD no sirve? Sí que sirve. De hecho, algunos de los mejores modelos son de AMD. La indicación que os hemos dado sobre NVIDIA vs. AMD es una generalización que os hemos ofrecido como guía, pero cada modelo -como siempre- es un mundo.

¿Cuál es la VRAM mínima que nos recomendáis? 8 GB de VRAM es nuestro mínimo ideal. Subir siempre es bueno, pero menos de 8 GB puede ser complejo. Con 6 GB, igualmente, deberíamos ser capaces de funcionar.

¿Son importantes el resto de componentes? Sí. La tarjeta gráfica es el componente clave, pero la RAM y el procesador, por ejemplo, deben estar a la altura, pues de otra forma el rendimiento bajaría muchísimo.

Eligiendo una tarjeta gráfica (GPU) para edición de vídeo: nuestros modelos preferidos

A continuación, os vamos a dejar un listado con las que serían nuestras tarjetas gráficas (GPU) recomendadas para edición de vídeo. Hemos intentado ofreceros algunas con diferentes rangos de precio para que dispongáis de una selección algo más amplia, aunque en general no es un componente esencialmente ‘barato’ dentro de los estándares actuales.

Depende, como siempre, del momento del mercado y de la oferta-demanda. Asimismo, os hemos ofrecido modelos más genéricos, por decirlo de alguna manera, y otros más especializados. Es por eso que os recomendamos que echéis un vistazo a las especificaciones que os hemos ofrecido anteriormente para que encontréis la tarjeta que vosotros, en concreto, necesitéis.

Nvidia GeForce GTX 1660 Super

Nvidia GeForce RTX 3060 Ti

AMD Radeon RX 6800XT

Nvidia Quadro RTX A4000

Nvidia GeForce RTX 4080

Nvidia Quadro RTX 6000

Published at Fri, 23 Dec 2022 12:37:30 +0000