Nuevo dinosaurio

¿Ave o lagarto? La controversia acerca del “dinosaurio más pequeño del mundo”

En marzo de 2020, un fósil envuelto en ámbar fue anunciado como el dinosaurio más pequeño del mundo jamás encontrado. Aunque se sabe poco de este peculiar cráneo, los científicos lo presentaron como un ave dentada del tamaño de un colibrí, un dinosaurio volador que vivió hace 100 años en Myanmar.

Sin embargo, un reanálisis de los fósiles descrito en la revista de Nature creó una controversia de que no es lo que se pensaba anteriormente.

Las conclusiones del reanálisis, titulado “Unusual morphology in the mid-Cretaceous lizard Oculudentavis” (Morfología inusual en el lagarto de mediados del Cretácico) publicado en la revista Current Biology, confirman que los fósiles pertenecían a un pequeño lagarto y no a un ave.

¿Es un ave o un lagarto?

El autor principal del estudio y paleontólogo de la Universidad de Bristol, Arnau Bolet, dijo que hay varios factores por los que los científicos se confundieron sobre a qué especie pertenecen realmente los fósiles, informó la revista Smithsonian.

Bolet dijo que el hocico largo y afilado y el techo abovedado del cráneo daban la impresión de que se trataba de un ave. Sin embargo, un examen más detallado del fósil mostró su aspecto de lagarto, que no puede verse en las aves.

Por ejemplo, los dientes del Oculudentavis están fusionados a la mandíbula, lo que es una característica comúnmente vista en lagartos y serpientes. Además, la forma y las conexiones del cráneo de los fósiles son de un lagarto y no de un ave. El análisis del segundo fósil confirma esta observación.

El equipo utilizó tomografías computarizadas de reptiles en el interior del segundo espécimen y las volvió a analizar a partir del primer espécimen. Bolet y sus colegas bautizaron la segunda especie como Oculudentavis naga en honor al pueblo naga.

“Es un animal realmente extraño. No se parece a ningún otro lagarto que tengamos en la actualidad”, dijo el herpetólogo Juan Diego Daza, de la Universidad Estatal de Sam Houston, en un comunicado de prensa del Museo de Florida. “Creemos que representa un grupo de escamosos que desconocíamos”.

Por otra parte, algunos expertos que no forman parte del estudio, como Michael Caldwell, de la Universidad de Alberta, dijeron que el Oculudentavis podría no ser un lagarto. Sugiere que podría ser mucho más antiguo e inusual.

El hocico de un lagarto podría haber sido exprimido durante la fosilización

Analizar los fósiles conservados en ámbar no es fácil, como demuestran los dos fósiles encontrados en Myanmar. Con las características inusuales de los lagartos, se ha demostrado que es más difícil situarlos en el reino animal y también el hecho de que el cráneo original de Oculudentavis había sido aplastado.

Según ScienceAlert, la reconstrucción de los dos especímenes mostró que el hocico de O. khaungraae había sido comprimido durante la fosilización. Pero sin la compresión, el hocico se asemejaría al largo hocico de O. naga en lugar de un pico de ave.

El reanálisis del espécimen de O. naga arrojó luz sobre la controvertida especie, ya que estaba tan bien conservado que los científicos pueden incluso distinguir algunos de sus tejidos, como lo que parecen ser colgajos sueltos de piel que son habituales en otros lagartos.

A pesar de ello, los científicos siguen sin saber cuál es el lugar exacto que ocupa el Oculudentavis en el árbol genealógico de los lagartos.

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