El comportamiento masculino más antiguo en el mundo de las conquistas es entrar despacio, con intenciones ocultas, como si esto de las relaciones fuera una guerra en la que hay que ocupar complicadas estrategias.
La conociste en tu trabajo, en la vecindad o donde estudian, te volvió loco desde el primer día que la viste, ese cabello hermoso, sus labios perfectos, esa mirada misteriosa, y esas curvas, que recorriste en tu mente desde la primera vez.
Te la imaginaste en todos los lugares posibles, desde pensamientos románticos hasta los más inconfesables, en fin… quieres que sea tuya.
Con el pasar de los días intentas elaborar una estrategia, porque según tú, no puede ser tan simple, si le digo lo que pienso me mandará al carajo, primero tengo que ganarme su confianza, ser su amigo, para que así, por fin, podamos tener algo.
Piensas: “¿Cómo me acerco?”; “Debo inventar una excusa creíble” (ella no puede enterarse que me gusta… aún); “Le pediré algún apunte de clases, un informe del trabajo, luego ella entrará en confianza para pedirme favores a los cuales yo accederé, (y accederé, accederé, accederé)”…
Pasan los días, las semanas, los meses, incluso años y la estrategia pasó a ser un estilo de vida, en que eres el amigo eterno.
¿Te parece familiar? Quizás la usaste más de alguna vez o supiste de un amigo que lo hizo. Y sabes que nunca rindió fruto.
¿Por qué?, porque:
Ser su amigo es manipulador
¿Recuerdas cuando la conociste lo primero que se te pasó por la mente, cuando hablaron por primera vez lo que te hizo sentir? En vez de haber sido sincero con ella y contigo mismo elaboraste una estrategia por temor al rechazo.
Te hiciste su amigo cuando tu verdadera intención nunca fue compartir momentos de amistad con ella, sino lo que deseabas era compartir momentos románticos y/o sexuales. Simulaste una amistad que nunca lo fue, eso es poco sincero porque de esa manera se establece una relación falsa en donde ambos están en distintos escenarios.
Esta manipulación se paga con un precio bastante caro que es crear en ti mismo sentimientos cada vez más profundos que no serán correspondidos y el día que reunas la suficiente valentía para declararlos… Estarás en el peligroso estado que se llama “la zona de amigos” o “friendzone“.
Todas las mujeres tiene como mínimo un par de tipos que andan tras de ella, y hoy en día con la hiperconectividad de las redes sociales, sitios para citas, etc. el número puede aumentar exponencialmente si una chica así lo desea.
Si una mujer considera que tiene un hombre que le brinda buena compañía, favores, apoyo emocional, en algunos casos seguridad, y todo incondicionalmente sin que nunca te hayas insinuado sexualmente, es una oferta muy difícil de rechazar, y la mayoría de las mujeres la va a tomar sepan o no que tu amistad no es muy verdadera.
Esto pasa por no hacerle saber, de una manera directa o indirecta, tus intereses sexuales y/o románticos al inicio de la relación/interacción.
¿De quién es la culpa de caer en la friendzone?
Como dije anteriormente, si tú brindas todo esas regalías sin expresar lo que realmente quieres ella va a tomar esa oferta. Como en la película Focus cuando el apostador chino le dice a Will Smith: “Estás loco de remate, pero no puedo rechazar dinero regalado”.
Es lo mismo con las mujeres, es difícil rechazar tener a un servidor gratis. Es por eso que la culpa de caer en la friendzone es 100 % responsabilidad masculina, no se puede culpar a las mujeres por la zona de amigos o friendzone, porque es tú actitud la que te lleva a eso, no la de ellas.
¿Cómo evitar caer en la friendzone?
Si la responsabilidad de ser “friendzoneado” es del varón, entonces puedes evitar caer en ella. La forma de hacerlo es mostrando que no eres material de amigo, la forma más simple es siendo sincero, expresando lo que deseas a la chica que te gusta, y para eso deberás haber construído la suficiente atracción para que te acepte.
La mejor manera es crear tanta atracción que ni siquiera tendrás que verbalizarlo, ella sentirá que eres un hombre “para algo más” por lo cual dentro de una estrategia bien pensada (que es el método que enseño en mis cursos) en cosa de no mucho tiempo podrán estar juntos… y no como amigos.
Autor: César Cantabria
