Debido a la cruda crisis sanitaria, los efectos económicos en nuestra región han sido bastante duros. Al parecer, según proyecta el Fondo Monetario Internacional, los ingresos per cápita de Latinoamérica no tendrán una recuperación completa hasta tres años más, algo que puede causar graves problemas a los países con menos recursos.
América Latina no ha recibido muy buenas noticias en este último tiempo. Junto con ser una de las zonas más afectadas por el coronavirus a nivel monetario, recientemente el Fondo Monetario Internacional (FMI), ha realizado una proyección no muy alentadora para la región: los ingresos per cápita de Latinoamérica no retornarán a las cifras previas a la pandemia hasta el año 2024.
Quien lo ha dejado claro es Alejandro Werner, director del Departamento del Hemisferio Occidental de la organización, el pasado jueves junto con los economistas Takuji Komatsuzaki y Carlo Pizzinelli.
Los estragos que causó 2020
El panorama de recuperación de los ingresos per cápita de Latinoamérica es así debido a la pésima situación desencadenada en 2020. El año pasado, la región sufrió una contracción del 7%, mucho más que la media en el mundo, la cual fue un poco más del 3%.
Para este año, se estima que el crecimiento en América Latina y el Caribe será del 4,6%, algo que claramente no cubrirá las pérdidas de 2020. Para los países emergentes, la cifra de crecimiento podría llegar al 5,8%.
Las perspectivas de recuperación se relacionan con el avance de la vacunación
El FMI ha afirmado que la recuperación que se vivió el segundo semestre del año pasado fue bastante positiva, pero que no se compara con la de otros mercados emergentes y economía global en general. A pesar del esfuerzo que han dispuesto los países, las instituciones financieras y los socios comerciales, aún falta camino por recorrer.
Para salir de esta crisis, el organismo internacional sugiere que la mejor vía es a través del avance de las campañas de vacunación y de la inyección de recursos en determinadas naciones.
Sin embargo, existe una gran incertidumbre respecto a qué tan rápido puede avanzar la vacunación, ya que no todos disponen de los mismos recursos. En el caso de Chile, quien posee un alto índice de ingresos per cápita en Latinoamérica, la rapidez de vacunación ha sido una de las más importantes de la región, inclusive de todo el mundo.
La realidad de los demás países
No obstante, no todos avanzan igual que Chile. A pesar de que el ingreso per cápita en Latinoamérica puede ser un indicador relacionado con la rapidez de vacunación, hay otros factores que han enlentecido el proceso, como es el caso de Brasil, en donde su presidente se ha mostrado desafiante frente al virus. Por otro lado, países como Uruguay, Perú y Paraguay han demostrado también lentas campañas de vacunación.
Según ha establecido el FMI, México y Brasil, las dos principales economías de Latinoamérica, no recuperarán sus ingresos per cápita hasta el próximo año, a diferencia de Chile que podría hacerlo durante este año. Para los países caribeños el panorama resulta más complejo, ya que al depender del turismo su recuperación llegaría recién en 2024.
El débil mercado laboral de América Latina
Otra de las consecuencias de la pandemia, según reporta el FMI, ha sido la pérdida de empleos en nuestra región. La fragilidad que tiene el mercado laboral actualmente, ha permitido que solo dos tercios de quienes perdieron sus trabajos el año pasado lo hayan recuperado, aspecto que claramente incide en el ingreso per cápita de Latinoamérica.
El sector que registró más perdidas el año pasado fue el informal, es cual, conforme a los meses que han pasado, es el que más ha tenido recuperación.
Por otro lado, algo que ha cambiado durante esta pandemia ha sido los niveles de renta, los cuales han disminuido en general, aunque depende del rubro. Por ejemplo, en el caso de los programadores e informáticos, su alta responsabilidad en los procesos de transformación digital durante la pandemia, han permitido que sus salarios suban.
En el caso de las brechas de género, las mujeres han enfrentado muchos más problemas que los hombres a la hora de encontrar trabajo.
